26 de febrero de 2008

Bella de día


Ella, Catherine Deneuve, es quizá la intérprete más fascinante que ha dado el cine europeo a lo largo del siglo XX. De una belleza lánguida y gélida, se convirtió en musa de grandes directores, algo de lo que muy pocas actrices pueden presumir. François Truffaut, Roman Polanski o Luis Buñuel se inspiraron en ella para dar a luz algunas de las películas más revolucionarias de la filmografía europea. De ahí que Catherine Deneuve haya protagonizado papeles arriesgados y haya sido la primera gran actriz del cine independiente, dando vida a complejos personajes en las décadas de los 60 y 70.

El maestro Buñel fue el responsable de convertirla para siempre en una actriz de culto, con su papel de prostituta desequilibrada en Belle de Jour (1966). Deneuve convirtió su personaje en un mito del cine experimental y le otorgó una personalidad única. Un arquetipo femenino que caló en la sociedad. La melena rubia platino de Catherine en el film ha sido uno de los peinados más copiados en las últimas décadas, y los zapatos negros con la hebilla plateada en el empeine, que lucía la francesa, tuvieron tanto éxito que fueron bautizados posteriormente como “manoletinas Belle de Jour”.

4 comentarios:

isaac dijo...

catherine, elle'est la meilleure!

pirrakas dijo...

Y qué me dices de su interpretación en "El último metro" de Truffaut.

Lucía Barón dijo...

Te digo que deberíamos verla juntos.

pirrakas dijo...

Cuando quieras. Veo que sabes mucho de cine francés. Y a mi me interesa mucho aprender.